Salgo a realizar mis entrenamientos secretos y a mitad de subir San Julián, me doy la vuelta por miedo a que el viento me tumbe (y no es fácil tumbarme a mi). Creo que es la primera vez que tengo miedo de que el viento me tire. Decido dejarme el monte y refugiarme en la ciudad, para que no me de tanto viento y convertir mi entrenamiento en un paseo por la ciudad. Se pone a chispear y para. Sigo porque no ha sido mucho. Entonces y después de los avisos, tengo mi merecido y me cae una tromba de agua de las buenas, y lo peor es que hace mucho frío Espero salir vivo de esta, porque creo que mañana estaré malucho.
Buen paseo y mejor lección aprendida.
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